Los psicólogos entrenarán en pacientes virtuales

Se ha creado un programa que permite a los psicólogos novatos aprender diagnósticos sin temor a dañar a un paciente vivo.

El médico comprende el oficio del diagnosticador en ejemplos ilustrativos. En términos generales, un estudiante de una escuela de medicina puede ver qué aspecto tiene un fumador fácil en el teatro anatómico. Pero, ¿cómo ser especialistas en enfermedades mentales? El diagnóstico aquí comienza con una comunicación en vivo con el paciente, y los errores que puede cometer un especialista inexperto están plagados de dramas y tragedias.

Por supuesto, todo no es tan sombrío. Actualmente, los estudiantes especializados en psicología y psiquiatría aprenden a hablar con los pacientes en juegos de rol, donde uno juega para el médico y el otro para el paciente. Miran cómo trabajan los especialistas más experimentados, y luego ellos mismos comienzan a trabajar con pacientes reales, pero bajo la supervisión de un médico observador. Sin embargo, las deficiencias de tal entrenamiento son obvias: el juego de roles es solo una imitación de la enfermedad, y cualquier paciente es un caso puramente individual, con sus propias peculiaridades, y uno puede comprender los patrones generales del trastorno solo al basarse en una gran base de datos.

En el congreso de la Asociación Americana de Psicología, investigadores de la Universidad del Sur de California presentaron un plan de estudios que debería ayudar a los estudiantes de psicología a participar en el diagnóstico de enfermedades. El programa es un paciente virtual que sufre de uno u otro trastorno y puede llevar a cabo un diálogo interactivo con un especialista médico.

Los investigadores demostraron una paciente virtual Justine, una niña de 16 años que, después de una violación, padece un síndrome postraumático. Quince psiquiatras, entre los que había seis mujeres, tuvieron un diálogo con Justine durante quince minutos para hacerle un diagnóstico preliminar. Actualmente, los investigadores están desarrollando versiones del programa en las que los pacientes con síndrome postraumático son veteranos de guerra.

Los pacientes virtuales, por supuesto, no son para nada lo que son las personas vivas, pero tienen expresiones faciales típicas y reacciones típicas. Además, el psicólogo no solo los considera desde el exterior, sino que puede participar en la conversación, y no como un observador externo, para analizar las respuestas y reflexionar sobre las preguntas. El programa, de acuerdo con sus creadores, le permite crear una vista más específica (por no decir "más viva") de algunas características comunes de un trastorno mental. Lo cual, por supuesto, sería muy útil para principiantes.